El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó en enero de 2017 una orden ejecutiva para retirar a ese país del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, un ambicioso tratado que buscaba dar forma al mayor bloque económico del mundo.
«El Tratado es un desastre potencial para nuestro país», dijo Trump. «En cambio, negociaremos acuerdos comerciales bilaterales que generen empleos e industria en EE.UU. otra vez», agregó.
El 30 de diciembre de 2018 entro en vigor el Tratado, que actualmente incluye a Australia, Canadá, Japón, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam y que próximamente integrara a Brunéi, Chile y Malasia. Sobre este punto, quienes también han mostrado su interés por formar parte del TIPAT son los países de Indonesia, Corea del Sur, Filipinas, Taiwán, Tailandia, Reino Unido, Colombia y …
El 16 de septiembre el ministro de Comercio de China Wang Wentao, presentó a los medios una carta escrita de la solicitud oficial de China para unirse al TIPAT a Damien O’Conno, ministro de Comercio y Crecimiento de las Exportaciones de Nueva Zelanda, depositario del TIPAT.
A partir de la recepción de solicitud correspondiente, la Comisión de Asociación Transpacífica establecerá un grupo de trabajo para negociar los términos y condiciones de la adhesión de China a este tratado.
Quien de ser aceptado, obtendría aranceles preferenciales de Canadá, México, Perú y Colombia.
Y por si fuera poco…
El pasado 18 de septiembre, se presento en la CELAC, un video donde el presidente de China, Xi Jinping, se pronuncio ante la cumbre:
«China seguirá ofreciendo ayuda dentro de nuestro alcance a los países de América Latica y el Caribe, para contribuir a su pronta superación de la pandemia y su recuperación socioeconómica»…
“China está dispuesta a trabajar junto con los países de ALC para superar las dificultades coyunturales, crear oportunidades y promover mancomunadamente la construcción de la comunidad de futuro compartido entre China y ALC.”
LA POSTURA ANTI CHINA EN EL CONTINENTE
Mauricio Claver-Carone, presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, en entrevista con el diario El País, expreso:
“Ojalá se pudiera eliminar el estigma del Fondo Monetario Internacional en la región. Fui representante de EEUU en el Fondo y lo intenté, intenté vendiendo un nuevo FMI que quiere tener un mayor rol social y no funcionó. Y alertó que antes de ir al FMI, los países regionales prefieren recurrir a China. “Es menos riesgoso políticamente ir a China que al Fondo”, dijo. Por eso, agregó, el BID está mostrando “el valor holístico de su financiamiento”
Y aseguró que el BID está para ayudar a la región e insistió en que su postura no es geopolítica: “Si una empresa quiere mudarse de China a Uruguay, yo le financio la mudanza y el proyecto. Eso no es una cuestión geopolítica, no es una cuestión anti-China, es cuestión de ser pro América Latina y el Caribe”.
El cubanoamericano explicó que otra lección importante con el tema de China en la región es la corrupción y enfatizó en la necesidad de luchar contra ella. “El populismo que vimos en los últimos 20 o 30 años en la región, es raíz de un mal, que es la corrupción”.
“Es indiscutible, y no es un juicio político, que las empresas chinas no suben los estándares de transparencia, pero lo bajan. Esa es otra razón por la que estamos financiando, empujando, incentivando, a empresas no solamente norteamericanas, europeas, japonesas, coreanas, a que vean a Latinoamérica como destino. Porque con ellas, traen mejores prácticas”, afirmó.